Dios te salve Galileo (Black Isaak)


Verdad, bendita palabra que nos consuela de la muerte. Dios, religión, ciencia, fanatismo, los mismos principios: una verdad que da razón y solución a un mundo irracional y problemático. La verdad en el mundo es reflejo de la figura del hombre, toda verdad es humana, una verdad no-humana es impensable. La religión daba solución a nuestras vidas, todo estaba ya dicho, sólo debíamos actuar según las reglas mandadas por un ser perfecto, no había error si obedecíamos. Ahora la religión ha decaído, los dioses han sido negados ante la guerra, el hambre, la destrucción y la desilusión del progreso. Se ha cambiado de verdad pero no de necesidad de verdad. “¡Santa ciencia que todo lo podrá explicar, ayúdanos!”, piensan los fanáticos. 





Se han cambiado las sotanas por las batas, las exégesis religiosas por los papers científicos, los ángeles por los alienígenas, el origen divino del universo por un origen material racional. Los santos son ahora los científicos encumbrados y los popes son los ideológos de la ciencia. Los fanáticos defienden su verdad “racional” como los inquisidores la fe. Hereje, hereje si eres ateo o si eres acientífico, si eres apolítico, si vas contra la cultura de moda; eres un exiliado, un extranjero, un apestado que hiere los valores confortables de la democracia-globalizada. Todos son iguales, todos deben pensar igual, si eres diferente eres un disidente, un diablo, un demonio, un anarquista, eres el mal a erradicar, porque ellos no ven en la crítica la posibilidad de la diferencia, esa riqueza que nos hace únicos.


Black Isaak 


La sombra de Prometeo

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