El Diablo de tres cuernos



Eduardo Ruiz

Monólogo a dos voces cantado por la negra “Fanfarlo”


-El tiempo viste de blanco porque el tiempo es el olvido.
-Sólo lo puro está manchado de recuerdos.
-¿Y los niños muertos no son puros?
-No, son lo más sucio.
-¿Por qué? si no han vivido.
-Porque son la promesa de haber sido.
-¡Tú, maldita negra!
-Conciencia llena de remordimientos.
-Está bien, está bien, es hora de abortar un cuento.
-¿Te apetece uno de riños negros?
-No, que tal el del Diablo de los Tres Cuernos.
-Perfecto, perfecto: ¡Aamon, Abaddon, Dagon!
Una idea, una forma, un ser
caídos del azul prodigio
que se hunden para perecer
en el profundo y negro Estigio.

De nuevo monólogo a dos voces:

-¡Espera, espera, nada de versos, dijimos un cuento!
-¡Ay, necedad!
Al mismo tiempo:
-¡Yo abortaré el cuento!


Parte I

En el inicio de los tiempos vino al mundo la criatura más digna, sabia y hermosa. Desafió al Dios de los dioses y armó legiones de ángeles en contra del creador; su derrota lo consagró como el más grandioso de los mitos.

Nunca encontraron su cuerpo, muchos dicen que el impacto de su caída partió a la tierra en múltiples formas, creando así el golfo de México; que de su sangre surgió el mar rojo y después el mar negro. También dicen que se apareó con Leviatán y que sus hijos formaron las cícadas. Que después, aburrido, pervirtió a un simio para hacerlo inteligente y jugar con él. Quizá era la única forma de profanar el jardín del gran agricultor.

Narran que después de violar a Moisés se echó a dormir algunos milenios; otros cuentan que fue empalado en una cruz, aunque por respeto se ha dicho que fue crucificado. Algunos afirman que gusta de pasearse por los bosques, desnudo, portando gran erección para seducir mozas virginales. Es feo, quedó desfigurado en aquella épica batalla, pero es egregio y elegante.

También dicen que Dios mandó a pedir su cabeza. Legiones de arcángeles le buscan y dos milenios no han alcanzado. ¿Cómo se encuentra al fantasma del que todos hablan pero nadie ha visto?


Parte II

Ya nadie toma con seriedad a Dios porque es un viejo decrépito. Los dioses también mueren y se pudren, sin embargo, como si fuera la última voluntad de un agonizante, continúa exigiendo los cuernos de Satán. Sólo un arcángel ha tomado con seriedad la enmienda, su nombre es Gabriel. Alguna vez tuvo la misión de enviar el saludo de Dios a una mujer virginal, pero se dice que previo a su llegada, el Demonio la profanó y después se metió en ella para concebirse como el hijo que alumbró Jerusalén.  

El único que vio la cara de Satanás fue Miguel, pero ya está muerto, por lo que Gabriel quiere vengar la burla que el Diablo le jugó.

Parte III

Es un arcángel raro, simpatizante de lo extraño, amante de lo amorfo, lo deforme. Existe una fascinación en verse cara a cara con “el gran negro”, desea corroborar todos esos mitos y cerrar el capítulo pendiente.

¿Dónde se encuentra al disidente? Buscó primero entre los ricos y poderosos, pero nada, ni siquiera rastros del pestilente azufre. Entre artistas y filósofos tampoco lo halló, ni con los santos pedestres. Subió montañas y descendió volcanes hasta llegar a la cicatriz terrestre, aquella de la que hablan las historias ancestrales: el gran golfo. De pronto un olor pútrido, desagradable y apestoso le hizo percibir la cercanía del maligno. Nunca antes miró entre los pobres, pues se dice que el Diablo está en el reino de Aamon, rodeado de abundancia, avaricia y poderío; sin embargo el mísero lugar, impregnado de sulfuroso hedor, es muestra clara de su presencia.

El arcángel caminó entre la multitud, abrióse paso a través de los mundanos. Todos resultaban semejantes a pequeños demonios negroides y regordetes, se expresaban con ademanes groseros y salvajes: escupían los unos a los otros, introducían uno o varios dedos en su culo y luego los llevaban a la nariz y finalmente a la boca. Muchos no tenían dientes pero se atragantaban de comida negra y pestilente; se empujaban como hienas, masticaban como hienas, reían como hienas. Gabriel pensó que no había mujeres, pero al observar con mayor detalle percató que en la tierra de hienas la mayor parte de la población es femenina.   
Se internó en una de las cuevas marginales, los más deformes asisten a esos lugares. Preguntó por el Demonio pero resultó lo mismo de siempre, todos lo conocen pero nadie lo ha visto. Finalmente el olor lo guió a un lupanar. El arcángel quedó sorprendido de la diversidad de anormalidades descubiertas: mujeres con tres senos, dos colgados y uno muy grande y transversal, sin pezón, sólo un agujero en la parte baja; otras calvas y bigotudas; algunas con el cuerpo deforme por tumores y otras por quemaduras; también hombres representando mujeres y locos encerrados en cuerpos que no son suyos. El lugar estaba dividido en pequeños espacios rectangulares, algunos con puertas, otros con agujeros en ellas.  
Gabriel estaba maravillado con todas las criaturas del lugar, todas le resultaron bellas y exóticas, sin embargo no había nada que no fuera visto antes, simplemente era el gusto por encontrar tantas especies reunidas en un mismo recinto, ni siquiera la mazmorra de los efebos castrados le causó mayor impresión.

Parte IV

-¿Te gusta mi lupanar?- Le dijo la sombra que parecía ser la suya, pero el arcángel guardó silencio.

-¿No quieres responder? En este mundo cabe todo, principalmente lo que tú prefieres. Eres igual a tu padre, él también se masturba con lo miserable, con lo pútrido, lo pestilente, lo sucio.- La sombra se desliza en la pared agrietada, parece tomar la figura de un Demonio que truena lo dedos, en ese momento aparece un hombre sin brazos y piernas.

–Mira a este gusano, ¿sientes compasión por él? Yo sé que no, no te interesa, eres lujurioso, voy a mostrarte lo que piensas.- Truena otra vez los dedos y ahora aparece una mujer sin brazos y piernas.

– ¿Sabes que a estos dos les llaman humanos, que son desgraciados y miserables, que ellos nunca conocerán nada que no sea el suelo en el cual se arrastran? Me divierto pintándolos para los “otros”, vistiéndolos. No hay nada más simpático que usar la mierda como un ideal. ¡El gusano es famoso, aparece en todas partes, da conferencias y escribe libros! ¿Te has preguntado cómo hace para escribir sin manos? Te diré un secreto: ¡Yo los escribo por él!- Todas las grietas carcajean.

-Angelito ¿Quieres ver cómo cagan? ¡La manera como se limpian es tan graciosa! Son gusanos pulcros. Aunque quizá hay algo que te interesa. Estos dos gusanos son seres humanos, tienen la misma dignidad que cualquiera, así que también tienen las mismas necesidades ¿quieres verlos copular? ¡Te morirás de la risa! El juego se le ocurrió a tu padre, para eso los creó, y sabes, dotó a los gusanos de mucha libido.- Gabriel quiere decir que sí pero no puede hablar, sus labios no articulan palabras y todo su cuerpo tiembla.

-¿Te entusiasma la idea, o deseas algo para ti, quieres participar? Has guardado silencio todo este tiempo, ¿qué significa eso? ¿Te interesa conocer lo que nadie antes ha visto? ¿Lo que nadie sabe? ¿Lo que nadie puede contar? ¿Quieres ver Il Diavolo dei tre corni?- Gabriel abre los ojos exaltado y responde ávidamente con un sí.


–¡Recuerda que el Diablo puede hacer casi todo, pero no crear a un ser humano; sin embargo es capaz de crear una gran orgía!-


Monólogo final de las negras Fanfarlo

Lo irremediable es:
Un faro irónico, infernal,
Antorcha de brillos satánicos,
Sólo refugio en nuestros pánicos,
¡La consciencia que aclara el mal!


La sombra de Prometeo

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