Por Josué Isaac Muñoz Núñez
¿Cuál es el rol que juega el filósofo en la actualidad ante el espectáculo y la cultura de masas?[1] Esta fue la cuestión con que dio comienzo la cátedra democracia y libertad del Filósofo y escritor Michel Onfray.
En dicho evento, comenzó explicando que la filosofía no tiene que dar una opinión sobre el terrorismo o la violencia tal como lo hacen los reporteros, la finalidad del filósofo es criticar y analizar lo que acontece en el mundo, no ser una mera opinión. Ante el espectáculo y la cultura de masas, la filosofía toma su distancia porque su fin no es entretener sino cuestionar.
Hay que recalcar que para el autor la filosofía no se da en la biblioteca o en una cabaña aislada, donde el anciano filósofo devora libros. No, la filosofía debe ser vital. No es ajena a la cotidianidad, al contrario la filosofía toma su valor e importancia cuando se relaciona con la vida.
Onfray propone que se debe reivindicar el lugar de la filosofía en la actualidad, ya que ésta ha sido secuestrada por la academia. La academia ha limitado a la filosofía al ponerla como una disciplina escolar y de élites. La ha marginado y le ha negado su valor social, y por lo tanto radical y revolucionario. La filosofía no está en los escritos complejos y difíciles que la academia enarbola. Onfray nos dice que no es necesario leer a Kant o a Hegel para hacer filosofía; aunque él explica que son autores que sí deben ser leídos, no son indispensables para filosofar. Por lo que expone que para hacer filosofía lo que se requiere es vivir filosóficamente.
El autor expone que la filosofía como cualquier ciencia o disciplina requiere su
esfuerzo y dedicación. Vivir en una democracia no significa que todos hagan lo
mismo, sino que cada quien es libre de profesionalizarse en lo que desee. El
piloto de un avión por su dedicación y esfuerzo saber pilotar una nave, y esto
no hace menos a cualquier pasajero; el cirujano que sabe cómo proceder en una
operación lo hace un especialista en su rama que nadie puede sustituir; del mismo modo, el
filósofo es un entusiasta que se dedica a estudiar la filosofía de manera
profesional, por lo que no hace menos a otra persona que no sabe lo mismo. Incluso
Onfray dice que él, como hijo de un obrero, estaba condicionado socialmente
para reproducir el mismo patrón, pero por su dedicación y esfuerzo consiguió
ser un filósofo reconocido. De ahí que Onfray nos cuente que siente una necesidad de regresar la filosofía a la sociedad. Por ello funda
la Universidad Popular de Caen con el fin de que la gente pueda ir y escuchar
de filosofía sin tener que pertenecer a un grupo social o a una matrícula
escolar. Vivir la filosofía es apropiarse del pensamiento filosófico no
importando si es de una academia o un sector social. Es aprender a
vivir tal como enseñaron Séneca, Lucrecio o Montaigne, es pensar nuestra vida,
nuestros problemas, nuestros impulsos.
Otro aspecto importante de la
conferencia, fue cuando dijo que aunque su padre no sabía y no había leído de
filosofía, sin embargo filosofaba, porque vivía de manera auténtica. La
filosofía académica enseña que primero se debe razonar y luego vivir, o que es
más importante la razón que la vida, primero colocar un sistema teórico moral y
luego actuar moralmente, a lo que Onfray propone lo contrario, primero hay que
vivir y la reflexión filosófica surgirá de la vida misma, eso es la
reivindicación de la filosofía.
Onfray nos dice que en la
actualidad vivimos enajenados de la vida. Mencionó que mientras caminaba por
las universidades del Tecnológico de Monterrey, veía a los jóvenes ensimismados
en los celulares, laptops y tablets. Asunto que le preocupa, porque, como él
menciona, la vida no está ahí, lo virtual es una vida falsa que además no nos
permite filosofar. Consultar la Wikipedia o internet puede ser perjudicial
porque cualquiera puede subir lo que sea. Además las respuestas inmediatas del
internet no permiten la reflexión filosófica. La vida no se puede encontrar en google:
las plantas, los árboles, las estrellas, las pulsiones humanas están alrededor
de nosotros, no requerimos internet para saber cuál es la osa mayor o menor.
No, la vida se nos manifiesta y nosotros la ignoramos con los medios de masas.
La filosofía nos exige tomar una actitud crítica ante la vida, de asumirla y ser responsables del modo en que vivimos, la enajenación nos anula esta
posibilidad. Por lo tanto, es necesario retomar el valor que tiene la realidad
por sí misma, negar los mundos de más allá que niegan el mundo del más acá.
Por último, el autor habló de su
último libro Décadence: De Jésus à Ben
Laden, vie et mort de l'Occident, donde hace mención a los problemas que
sufre Europa con los inmigrantes y con el islam radical. En tal libro, que
todavía no se traduce al español, nos comenta que todas las culturas en algún
momento desaparecen o son sustituidas por otras, y Europa o la cultura
occidental, también puede desaparecer. Tesis que recuerda a los análisis
históricos de Hegel o Heidegger, pero con la diferencia que menciona que la
cultura occidental por su pasividad se está condenando a sí misma. Es decir,
Europa al no querer tomar una postura ante los eventos actuales está
permitiendo que desaparezca. Onfray propone retomar la filosofía crítica para
superar los problemas de la civilización, sobre todo la intolerancia religiosa
y el resurgimiento de las derechas extremas.
[1]
Dicha conferencia se celebró el 9 de marzo del 2017 en el auditorio III en la
Universidad del Tecnológico de Monterrey. Fue invitado a dar una serie de
conferencias por parte de la Cátedra Alfonso Reyes, que pertenece a El
Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey.
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