ALL THE SONGS ARE CALLED SEE IT IN SOUND




ALL THE SONGS ARE CALLED SEE IT IN SOUND   
Por Iván Martínez (ProtoplasmaKid©)   

*El arco de Yann me tocó al tiempo
la linfa corriente / el plasma.
Sin brea arde una partitura
rozando el compás de la locura
en esta noche larga. Plenitud de huída
(de Xochicalco a Tequesquinahuac)
con poca gasolina,
se nos va la vida.
/la noche/
la autopista más larga que sí misma
1 partida de damas chinas
—diez ladrones apóstatas vs. putas asesinas-—
una Vía Láctea por San Cosme
diez cafés sin cafeína
(a sorbos el agua del río del olvido)
vuelo directo al Kuomitang
en hombros del Moscóforo.
En brazos de Zeus-Pifas me recargo
llorando más que nunca
– el fuego de tus labios.
Ya me siento mal, de veras:
en “La Hija” de harina
le muerdo los labios a media botella,
le jalo las patas al tornillo inconcluso
octli metálico / poison bebo
de esta vida me largo
en metro, hoy día.
/la noche en la Huasteca/
*para hablarte en sueños incinero
madera mojada con incienso.
Del humo 1 serpiente brota
y la inhalo toda en un hotel de lujo.
Sueño con agua fría
como diciembre. Eructo, bebo,
agoto de un bar con la mirada el tinto.
¡Ayuda, mesero!
en la caja pago la salida
y dos fichas de baile
de esta Dulce amiga poesía
+ cuatro rones con coca masticada
para aguantar larga jornada
oyendo huapanguitos hasta el cansancio.
“Tomad y comed todos del sacahuil
que este es mi cuerpo”:
dijo Servando Rubio.
/la noche en Ecatepec/
campo de cemento / fétido / concreto
tras una casa la otra
manzana treinta lote cuarenta y cinco
perfumada ciudad / vapor extinto
a las 5 el himno
bostezo y digo
a la chingada el sueño
Me reviso y no traigo:
– masa encefálica en los bolsillos
– velocidad para acelerar el atropello
del vaivén de una brújula
– 5 varos para un té de amor
– 730 páginas amarillentas
– un 24 horas de equis por yé cuadrada
escuchando recitar a Mario Santiago
pasajero de México a Tel Aviv

agotando el caset y la cerveza
paramétrica voz ecualizada,

subsónico ruido remuevo
cargando, espere,
mi fantasía empieza.

El Dorado no es un mito,
leoncitos rasurados son amazonas
que se cubren el cuerpo con polvo
del lecho del lago Xaltocan,
en Tecámac seguro cayó una lluvia dorada,
la autopista flota en agua amarga
de un río en tubo, la ribera.
El Morelos de la Vía Morelos
echa un San Cristóbal en volado
mientras ciñe su chiqueador rojo
uno de los 5 que conoció Napoleón,
el que faltó a Solferino
al sonoro rugir de la cumbia.
Echan carreras dos chimecos en el viento sin cerro,
este viento amasado con sosa texcoco
y hule impregnado
a la Buena Fama desnuda
mientras chapotean los niños
en la curva del diablo
con trineo de plástico
en la nieve mexicana:
el salitre
esa sosa que sala las conservas,
mas que salada por dos pesos
los 100 gramos,
>> la carne labial más que seca.
ENVÍO:
A dos kilómetros de aquí cogimos
y a 10 nos besamos 1 tarde
con las uñas sucias & los labios tibios
con un calor jodido
junto al Ferrocarril de Cuernavaca
cruzando valles, riberas
con 40 varos, medio litro de agua
a la sombra
de las desmañanadas prostitutas en flor.

Autor: Iván Martínez (ProtoplasmaKid©)  


La sombra de Prometeo

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