NECESIDADES (Iván Martínez)

                                           Autor: Iván Martínez (ProtoplasmaKid©)  

NECESIDADES
No se necesitaba nada más para aquel momento.
El metro dejó una estela de viento que acarició
a dos chicos de secundaria que se mordían los labios.
La policía del área exclusiva para mujeres y niños
hizo saliva con aquel dulce de menta que tanto le gusta,
es decir un plano secuencia de dopamina,
la luz inflexiva, amarillenta, iluminándolo todo,
la lámpara de tungsteno perpetuamente encendida,
el último vagón que lleva el alimento puntual
a una casa en donde esperan a un padre
que llevará el maná urgente
de las quincenas.
No se necesitaba nada más para aquel momento,
los metros del mundo huelen a la misma grasa húmeda, pienso,
mientras mi teléfono me confirma un billete de tren
de Milán a Roma.
No se necesitaba nada más para aquel momento,
el cielo arriba, seguro,
tapado por un sarcófago de cemento.
(digo “sarcófago de cemento” y pienso en Chernobil)
Es “un mediodía viendo el lomo gris del metro”,
once veintiocho,
nos cubre la mirada la estela anaranjada otra vez,
ciudad piadosa, trepidante de carne gris,
con sus muchos epicentros,
el hombre del suéter gris
eructa,
la mujer de la falda roja
lleva el ritmo de una cumbia con el pie.
No se necesitaba nada más para aquel momento,
recuerdo entonces tu bella mirada,
tus lápices de colores,
tus poemas tímidos,
tu novela incompleta,
tu mano suave,
tus greñas locas,
tu Chesterton, tu Sor Juana.
Y advierto a todo aquel que se le ocurra llorar en el metro
que a nadie le importará si lo haces.
Todo mundo seguirá su camino,
en este 2016 ya no es raro
saber si lloverá mañana,
si es sangre lo que chupan los mosquitos,
que los planetas son simples esferas de gas,
que somos una pinche casualidad en el eterno choque
de los neutrones, los protones y el hidrógeno,
y tampoco es raro
ver a un hombre llorar en un andén.
// en este momento quiero subir a mi memoria
cualquier otro paisaje, sabor u olor de cabello
que me quite de esta obra de teatro
el papel del hombre que llora en el andén //
No se necesitaba nada más para aquel momento,
solo un abrazo
o quizá una pregunta.
“¿Por qué lloras, hombre flaco”?












                           Iván Martínez (ProtoplasmaKid©)

La sombra de Prometeo

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