VENTANA


  Me siento en una cómoda silla, en la única habitación que me he podido rentar, y pienso en la amargura de la vida, libero mis miedos en las cuatro paredes, y frente a mí una ventana.

    Leo al autor de moda, con falsas pretensiones de dialogar con gente que ni conozco. “No contar todo”, versa el título, yo he contado de más y mi boca no ha tenido un límite para incomodar a mi mente, a mis emociones y a mis pensamientos.  Dicen, o he escuchado, que la prudencia y la cabalidad deberían ser los dones que el buen humano tiene que trabajar, pero vamos, seamos más que un puñado de conceptos para el buen vivir. Asumimos que otros deben entendernos, asumimos que uno debe darse a entender, sin embargo aun con toda esa reglamentación y normatividad del buen vivir, la neta es que a veces no sabes por dónde comenzar.

   Dios manda: a la familia hay que obedecerla, al patrón hay que rendirle pleitesía, a la pareja hay que tenerla conforme, y ¿todo para qué? Para ser aceptado,  para ser funcional. No existe un decálogo para vivir solo y ser feliz; hay que compartir, ser el otro y pensar en el otro, para dejar de ser tú y ser tú en el otro. ¡Qué pinche complicado!

    Habría que aceptar que se puede ser uno, sin ser el otro, respirar, contemplar, trabajarse a uno mismo y no dejar que el misterio de la incierta aceptación de los otros rija tu estar en un mundo que,  ya caótico y demolido por los otros, intentas reconstruir para aceptarte a ti mismo.

   Pensó el pensador que, pensando, pensaba que podía resolverlo viendo una ventana.

JAGU ®Â®Â®  30 de marzo de 2019

Fotografía de Ramón Arango ©

La sombra de Prometeo

3 comentarios:

  1. Es interesante y maravilloso que alguien defina al fin que vivir es uno mismo, que por que tenemos que complacer a alguien más, felicidades Jorge

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas Gracias.
      Habría que recordar que es un ejercicio de reflexión diario, es inevitable caer en contradicciones, más cuando cada espacio social nos emite un discurso, hace poco leía a Octavio Paz y refería que la libertad se delimita desde el Sí y el No, y en medio de tantos determinismos, habría recordar que lo importante es vivir.

      Eliminar
  2. Y si se puede ser uno sin ser el otro; pienso.

    ResponderEliminar