HACIA UNA RECUPERACIÓN DE LA SUBJETIVIDAD


HACIA UNA RECUPERACIÓN DE LA SUBJETIVIDAD

Por: Luis Salas González

Este texto tiene como referencia a Juan José Bautista, a Franz Hinkelammert y a Carlos Lenkersdorf. El tema central es “La reconstitución del ser humano como sujeto”. Tal como ellos lo proponen, se trata de una reflexión sobre cómo recuperar la humanidad del humano. Se presentará el cómo se ha perdido la subjetividad de la humanidad, la subjetividad que se ha desvanecido gracias a la modernidad, al capitalismo que ha terminado en la globalización del mercado. Pero a su vez, se planteará que desde las culturas originarias se puede transformar la subjetividad moderna.

1.    EL DESVANECIMIENTO DE LA SUBJETIVIDAD EN LA CULTURA MODERNA OCCIDENTAL

Hinkelammert, en el libro de Sociedad de la exclusión y las culturas de la esperanza expresa tres tesis que describen a este capitalismo sin rostro humano, este capitalismo desenfrenado. La primera tesis dice: “El capitalismo vuelve a ser capitalismo desnudo; ya no teme que haya alternativas y, por ende, ya no busca compromisos.” (Hinkelammert, 1995, 19).
Hinkelammert, en esta tesis describe al capitalismo como un totalitarismo expresándose y reflejándose en los medios de comunicación. En 1989 justo cuando caía el muro de Berlín, en San Salvador ocurría una masacre de la comunidad jesuita. Obviamente los medios de comunicación se centraron en la noticia del muro de Berlín. En San Salvador destruían uno de los centros teológicos de la liberación, se actuaba con totalitarismo militar, y los medios de comunicación hacían lo propio al no dar importancia a este hecho que ocurría en Centroamérica. Era un control de las noticias por parte de los medios de comunicación.
 A partir de 1989 el capitalismo se manifiesta como el gran triunfador, es ahí donde inicia de manera formal la globalización, el capitalismo sin rostro humano. Desde de entonces hay un solo amo y señor de este mundo, de este sistema. Es el imperio de todo el mundo, un poder militar y económico que se presenta como un mundo de la libertad, donde los sujetos dependen más del dinero y menos de las personas que los rodean. De alguna manera, se manifiesta como tal el Absoluto de Hegel, con hasta aquí termina la historia. En el fondo es, más allá del capitalismo no hay y no habrá historia humana, no hay una alternativa, ya no se puede recurrir al socialismo real que expresaba, en cierta medida, una alternativa que terminó en la corrupción burocrática. Es el capitalismo que hace la guerra y que todos la vean para que observen quién es el más poderoso. No tiene rival alguno, más que él mismo. Por ello no hay una alternativa posible de vida más que el capitalismo, y si hay otra forma de vida, el capitalismo se encarga de destruirla, principalmente la comunitaria. Asimismo, la madre tierra pasa a ser nombrada como la naturaleza, y no sólo eso, además se convierte o está dispuesta a ser mercancía, un objeto. Es el capitalismo que niega la vida entera y por ello no tiene rostro humano, que de alguna manera lo presentó en la primera mitad del siglo XX hasta la guerra ante Vietnam. El compromiso del capitalismo es acabar con la vida haciendo creer que está a favor de la reproducción de ésta. 
La segunda tesis que nos presenta Hinkelammert es: “Para los países del centro el Tercer Mundo es económicamente necesario, pero no necesita de su población.” (Ibíd.). Parte de la estructura del capitalismo se ha basado en la fuerza de trabajo con la cual explota la materia prima y la misma fuerza de trabajo. Así, el capitalismo ha condicionado el tercer mundo para reproducirse, ha necesitado de la mano de obra barata y de los recursos de nuestra madre tierra que están en otros países. Sin embargo, debido al desarrollo tecnológico-industrial esta parte de la estructura del capitalismo ha cambiado, ahora ya no necesita de la población de tercer mundo, la población pasa a ser un sobrante del sistema y por tanto ya no es necesaria. De ahí surge la obligación de pedir visas, pasaportes, de crear políticas migratorias, de crear e imponer muros. Es una forma de controlar la población del tercer mundo. La consecuencia que ha traído y trae es el desempleo y con ello el robo, el secuestro, la violencia, lo cual ayuda a  justificar la entrada del aparato policiaco militar. El primer mundo no necesita de la población del tercer mundo, pero requiere de sus recursos naturales. También lo vemos con los bombardeos de Estados Unidos a Siria, matando a miles de inocentes sólo por obtener su riqueza. No le interesa en lo absoluto las personas, y mucho menos las religiones o costumbres que se practiquen ahí.  Aquí hay una relación con la primera tesis, los medios de comunicación globalizan la noticia pero no hacen algo al respecto. La gente muere por el capital, el sacrificio se vuelve necesario, y por ello se sacrifican vidas en nombre de la libertad, de la igualdad. Pero la esencia de esta segunda tesis es que ya no necesita de la gente de tercer mundo, pero sí de sus recursos naturales y los obtendrá a cualquier costa, así que es menester hacer la guerra. Este es el verdadero rostro del capitalismo, la destrucción, el suicidio sólo por la reproducción de la modernidad.


La tercera tesis que plantea Hinkelammert es: “Los países del centro consideran una amenaza basado en la integración industrial en el mercado; la deuda externa del Tercer Mundo les sirve como instrumento para regular, controlar y, eventualmente, impedir este tipo de desarrollo.”(Ibíd.).
La deuda externa surge debido a unos ajustes estructurales económicos de los países centro. Esta deuda se basa en un apoyo económico para el desarrollo de los países del Tercer Mundo, pero que en realidad, nada tiene que ver, ya que es para mantener el control y regular la economía de esos países y así impedir su desarrollo industrial-tecnológico. El ajuste estructural también consiste en un cambio que se da en la segunda mitad del siglo XX. La primera mitad se trataba de la nacionalización de recursos y el cambio que ocurrió es la privatización de estos recursos que se habían nacionalizado. Quien compra estos recursos son los países centro, llevándose toda riqueza y además dejando en deuda a los países del Tercer mundo. En otras palabras, los países centro crean la ilusión de que los países llamados “subdesarrollados”, pueden lograr ser países de Primer Mundo y para lograrlo tienen que endeudarse y vender sus recursos. De esa manera, no hay políticas de desarrollo reales, todo lo contrario, al existir la privatización, surge el desempleo, la violencia, y se le suma la pérdida de los derechos humanos o los derechos llamados humanos, porque en verdad son derechos para las empresas. Claramente lo podemos observar en nuestro país, por ejemplo, antes de la primera mitad del siglo XX, en 1938, se nacionalizó el petróleo, hoy 2017, formalmente se acaba de vender. Somos un país que tiene petróleo, pero tiene que comprar gasolina a países extranjeros. Además, que las personas que laboran para dichas empresas, no tienen seguro médico, un salario digno, trabajan de 8 a 12 horas. Es por ello que decimos que son derechos de las empresas, no de los humanos.
Pero ¿a qué nos estamos refiriendo cuando decimos que la subjetividad se desvanece o se pierde?
Estas tres tesis muestran la tendencia del capitalismo, y su tendencia es hacia la desaparición de la subjetividad y con ello la negación de la solidaridad y la posibilidad de ésta. El capitalismo plantea que no hay otra posibilidad de vida, no hay una alternativa más que la reproducción del capitalismo y en consecuencia la globalización. Así, al negar otra forma de vida donde se reconoce un nosotros cósmico, se niega la vida misma. El capitalismo lucha a muerte por destruir las distintas formas de reproducir la vida, y las alternativas a otra forma de vida son ilusorias. No se trata simplemente de valores éticos abstractos, se trata de la vida misma, de lo real concreto. Es el desvanecimiento de la subjetividad gracias al dinero capitalista (idea abstracta que determina las relaciones concretas), porque, como dice Juan José Bautista:

(…) estamos asistiendo a la comprobación empírica de una época donde no vemos no sólo seres humanos constituidos ya ni siquiera en dominados o excluidos solamente, sino en literales objetos, es decir, en seres humanos que ya no se comportan como humanos, sino que piensan o creen no sólo que no hay un más allá de esta forma de “relación social”, que en términos de Marx, es de explotación y de dominio, sino que frente a la catástrofe del calentamiento global, la destrucción del planeta, el asesinato diario de miles de inocentes y la creciente miseria a escala mundial; nada, o casi nada, podemos hacer, salvo lamentarnos, o simplemente encoger los hombros con una triste sonrisa. (Bautista, 2017).

        Entonces, parece ser que no hay alternativa alguna y sólo somos sobrantes u objetos. Es decir, somos nada ya que no tenemos empleo, ni educación, menos salud o una vivienda digna, o somos objetos, trabajadores con un salario mínimo que apenas alcanza para pasar el día. Y con las reformas, aunque seas un trabajador, ya no tienes segura la salud, la educación y la vivienda, sin embargo, eres un objeto de la empresa para la cual se trabaja. La subjetividad se desvanece, se pierde por la búsqueda del dinero y se busca el dinero debido a que pensamos que con él podremos tener una mejor vida, cuando en esencia, nos está conduciendo a la destrucción total. La guerra que hoy presenciamos, más que una guerra, es una invasión militar de un país a otro, pero en el fondo es el desvanecimiento de la subjetividad en nombre de los derechos humanos y no queda más que resignarnos. Es el capitalismo sin rostro humano, o el humanismo moderno que en realidad es el capitalismo burgués.
     Por qué el ser humano es considerado un sujeto, y más que eso, un ser intersubjetivo? El ser humano desde que nace es un ser intersubjetivo y casi al instante de nacer se le individualiza, se le separa de su madre, en el mundo moderno. El ser humano nace de otro y al ser así por esencia se es un ser intersubjetivo, además que para poder vivir necesariamente tendrá que relacionarse con las personas que le rodeen. El sujeto está sujeto a otros sujetos, depende de ellos. El sujeto nace dentro de una familia y a ella está sujeto, sujeto a un tipo de relación. Este tipo de relaciones personales (intersubjetivas), para el capitalismo son relaciones de dominación y la ruptura de esta relación por tanto será la liberación de ese dominio. De ahí la exaltación del individuo independiente, del egocentrismo, la comunidad es dominación y hay que liberarse a través del individualismo. Al ser individualista no se depende de otras personas, se depende del dinero capitalista. De esa manera, las relaciones de personas, que son las relaciones intersubjetivas (comunitarias), se están generalizando a relaciones de dependencia, sujeto-dinero, por tanto, las relaciones sujeto-sujeto son aniquiladas o negadas.  Pero esa determinación de sujeto-dinero tiene como objetivo final, la destrucción de la intersubjetividad, de la comunidad. El individuo moderno está controlado por el dinero que es una abstracción, en ese sentido el individuo moderno está dominado por las ideas, y este control lo identifica como la libertad, la independencia económica. Es el desvanecimiento de la subjetividad, el sujeto ya no está sujeto a otros, ahora está sujeto al dinero que le establece una idea de libertad. Es el desvanecimiento porque es la negación de la comunidad, del reconocimiento del otro, y es la relación del sujeto con la idea (con el objeto material que le hace creer que alcanza la felicidad, la igualdad).

Hinkelammert, también muestra el desvanecimiento de la subjetividad desde otra perspectiva. Para él, el Nuevo Orden Mundial, se da entre 1989 y 1991. En 1989 con la caída del muro de Berlín y en 1991 con la guerra entre Estados Unidos e Irak, estos dos hechos son esenciales para marcar la nueva era del capitalismo, la globalización.

Por ello, nuestro análisis de la “Subjetividad y Nuevo Orden Mundial” será más bien un análisis del desvanecimiento de la subjetividad con el surgimiento del lema del “Nuevo Orden Mundial”. Nuestra pregunta es: ¿cómo se desvanece la subjetividad en el Nuevo Orden Mundial? Y nuestra respuesta será: el Nuevo Orden Mundial se presenta como un “Imperio de la ley”, frente al cual ya no existe incluso el concepto de derechos humanos. La subjetividad y los derechos siempre están vinculados de forma directa. El Nuevo Orden Mundial surge como un orden de la ley frente al cual no hay, y no debe de haber, derechos humanos. Este “imperio de la Ley” barre con los derechos humanos. (Hinkelammert, 1995, 27)

Hinkelammert, hace una comparación entre la guerra de Estados Unidos contra Vietnam en 1955- 1975, con la guerra de Estados Unidos contra Irak en 1990-1991.[1] La diferencia parece obvia, ya que Estados Unidos perdió contra Vietnam y ganó contra Irak. La pregunta es: ¿por qué ganó contra Irak y por qué perdió contra Vietnam? La respuesta está en la existencia de los derechos humanos. Hinkelammert, dice que la opinión pública obligó a los Estados Unidos a luchar con las manos atadas, es decir, estaban obligados a respetar los derechos humanos ya que eran vistos por todo el mundo. Claramente no estaban siendo respetados los derechos humanos, pero la diferencia era que los Estados Unidos no podían utilizar su armamento nuclear. Sin embargo, eso no iba a quedar así, Estados Unidos no podía quedar derrotado por los derechos humanos. Hacer la guerra a Irak, además de obtener su riqueza natural, fue para liberarse del dominio de los derechos humanos. Nunca más Estados Unidos lucharía con las manos atadas, por tanto comenzaba a hacer uso de todo su poder militar. Además, los medios de comunicación ya presentaban otra postura, ahora juzgaban a los que luchaban por los derechos humanos, justificando el intervencionismo militar. Los medios de comunicación ayudaban a la eliminación de los derechos humanos, y todo aquél que luchara por ellos sería juzgado por la “ley del imperio”.
         
   De esa manera se establece el Nuevo Orden Mundial, el capitalismo sin rostro humano (que nunca lo tuvo, pero lo aparentó tener), la era de la Globalización. El sujeto no tiene derechos humanos, y al no tenerlos se desvanece la subjetividad. Quien luche por los derechos será juzgado por la ley, es el cumplimiento de la ley aunque aniquile vidas, todo con el fin de reproducir el sistema capitalista-neoliberalista. A la subjetividad le quitan el derecho de vivir dignamente, de tener vivienda, salud, de no ser invadidos militarmente. Presenciamos la era del desvanecimiento de la subjetividad, el capitalismo la aniquila y con ello a la intersubjetividad para establecer un individualismo, un “imperio de la ley”. El desvanecimiento de la subjetividad como la relación determinada material, sujeto-dinero, el desvanecimiento de la subjetividad con el aniquilamiento de los derechos humanos y en nombre de ellos se justifica la invasión a otros países. Para terminar esta primera parte lo haré con una cita de Hinkelammert: “Casi todos sabemos que estamos en un viaje desenfrenado a un abismo. No obstante, el capitalismo ni siquiera trata de frenar. Nos dice: ¿conoce usted una alternativa?...” (Hinkelammert, 1995, 15).


2. LA INTERSUBJETIVIDAD Y EL NOSOTROS EN LOS MAYAS TOJOLABALES. HACIA UNA RECUPERACIÓN DE LA SUBJETIVIDAD

Nuestra respuesta es esta. La alternativa empieza en uno mismo, cuando uno se rebela contra el tiempo que es robado y entra en el tiempo ahora. La rebelión inicia en el grito y en comenzar a escuchar al otro. Ese es sólo el inicio, la rebelión también implica resistencia, mantenerse en la lucha contra lo que niega la vida. La rebelión está en dejar de discriminar y empezar a escuchar al otro que me interpela. La rebelión está en respetar lo distinto del otro, en dejar de seguir estereotipos que nos implantan. La rebelión está en aceptar-se  tal cual es para poder escuchar a los demás. La rebelión está en ser uno mismo, la rebelión está en dejar de escuchar a los medios de comunicación que dicen un sinfín de mentiras o escucharlos detenidamente para descubrir las mentiras que han hecho omnipotente a un sistema económico capitalista. La rebelión inicia en uno mismo y ahí está una alternativa.   
            El estudiante se tiene que rebelar ante su profesor doctrinario, el profesor se tiene que rebelar frente al sistema educativo que le instaura un plan y programa de estudios (programa que forma-uniforma de manera ideológica a la gran parte de la población). El ciudadano se tiene que rebelar frente a la ley que le impide una libertad de expresión, frente a la ley que aniquila el derecho humano en nombre de éste mismo. Los servidores públicos tienen que obedecer la rebelión del pueblo y someterse a los mandatos. La rebelión frente a los medios de comunicación, aquellos medios que tiene como objetivo el control ideológico para la reproducción de estereotipos y con ello el consumo de productos innecesarios, es dejar de verlos y escucharlos. La rebelión está en dejar de ver aquellos noticieros que se corrompen y permiten que se lleven sin más nuestra riqueza natural y nuestro trabajo. La rebelión tiene como objetivo lograr un nosotros cósmico, una vida digna.
            Nuestra esperanza también está en los pueblos originarios, esos pueblos que han luchado por siglos y siguen en pie haciendo frente al capitalismo.
            En las culturas originarias no existe el desvanecimiento de la subjetividad, por el contrario, es lo esencial para reproducir la vida toda. Es más, no existe el objeto, todo el entorno son sujetos, la silla, la mesa, el árbol, la persona. Para Carlos Lenkersdorf, en los mayas tojolabales, primero se es sujeto, de ahí a la intersubjetividad y por último el nosotros cósmico.
            En las comunidades desde que nace el sujeto es incorporado a la familia, a la comunidad. Nace el niño y ahí está presente la partera, el padre, los hermanos y algunos familiares muy cercanos. Al recién nacido le dan la bienvenida, todos lo cargan hasta llegar nuevamente a los brazos de la madre. El niño nunca está solo, siempre está acompañado por alguien. Además que el niño es cargado en la espalada quedando su cabeza a la altura de la de su mamá o acompañante, con el objetivo de que tenga el mismo horizonte, que vea lo mismo. Con esto podemos ver que desde siempre hay una intersubjetividad, existe una relación de dependencia entre personas. La intersubjetividad como algo esencial de las comunidades originarias. Lenkersdorf nos muestra que la intersubjetividad también se manifiesta en el lenguaje:
            “Fijémonos en el ejemplo siguiente. En lugar de decir yo te dije, dicen, yo dije, tú escuchaste. Este tipo de ejemplo, de giros muy frecuentes, enfatiza la diferencia entre la lengua originaria y el español.” (Lenkersdorf, 2008, 13). Carlos nos dice que en la misma lengua se muestra la relación de sujeto a sujeto y no una relación de sujeto a objeto. En el español nos acostumbramos a emplear una sola oración y en esa oración se manifiesta un solo sujeto, un objeto (ya sea directo o indirecto) y verbo. En el español, el sujeto da una orden sin esperar algo a cambio. Por otro lado, en los tojolabales se emplean dos oraciones, dos sujetos con sus respectivos verbos, no aplica el objeto. El sujeto de la oración espera la re-acción del otro sujeto. Es así que en la acción se reconoce la singularidad de cada sujeto. Cada sujeto es distinto y al ponerse de frente a otro sujeto se emparejan, se ponen en equilibrio, se escuchan, se miran, se huelen, se tocan, pero nunca uno se impone sobre otro. En la comunidad originaria se expresa la intersubjetividad reconociendo la singularidad. Cada sujeto es distinto, pero no por ello es inferior o superior uno sobre otro. El saberse distinto es reconocer la singularidad (subjetividad), pero el saberse con, para, de otros, esa es la intersubjetividad.
            De la subjetividad a la intersubjetividad. La intersubjetividad se manifiesta muy bien en el trabajo, además se muestra ese paso al nosotros cósmico. Como hemos visto, en el mundo moderno el individuo trabaja para obtener dinero y poder relacionarse con personas (en esta relación siempre está de mediador el dinero) y objetos. En los tojolabales se trabaja por la comunidad, por los otros. Se siembra, se cosecha y se distribuye de acuerdo a cada familia de la comunidad. No hay producción en exceso, no hay acumulación de ganancia. Por ello es que cada miembro trabaja para el bien de la comunidad. Algunos se comisionan para sembrar y/o cosechar (la mayoría), otros son los herreros, unos más en la cooperativa, en la política y así se distribuyen las actividades necesarias para el bienestar de todos. El trabajo no es asalariado, sino que el trabajo es para la producción suficiente y necesaria para la comunidad. En el trabajo no hay patrón, y si lo hay es la comunidad.
Otra manifestación del trabajo se da en la relación política que tienen. Es el trabajo como representante de la comunidad para realizar diálogos con otras comunidades. Los gobernantes (los elegidos), las autoridades tienen como responsabilidad representar a toda la comunidad. “En resumidas cuentas “nuestras autoridades son las personas que tienen su trabajo de responsabilidad por nosotros, porque nosotros los elegimos.” (Lenkersdorf, 1996, 80) Lenkersdorf, nos comenta que esta traducción es lo más cercano al tojolabal, ya que en ellos el término autoridad les resulta problemático, éste se refiere a las personas que reciben el poder o el mando, son las que dan las órdenes. Pero en este caso, Lenkersdorf dice que el término de autoridad lo entenderemos de otra manera. Aquí las autoridades, primero son elegidas por la comunidad y segundo, las autoridades son las que reciben las órdenes de la comunidad. Quien manda, quien ordena es la comunidad y quien obedece es la autoridad, a las autoridades se les dan las órdenes. Así surge el mandar obedeciendo del Ejercito Zapatista de Liberación Nacional, el pueblo manda, el gobierno, la autoridad obedece. Ahora bien, algo importante que nos menciona Lenkersdorf, es la forma en que realizan sus asambleas, (no olvidamos que son comunidades de pocas personas). La asamblea es porque hay que resolver un problema que enfrenta la comunidad, se reúnen para dialogar todos con todos, se escuchan voces por todos lados, uno platica con el de a lado, con el de atrás, con el de enfrente, con todos intercambian opiniones, hasta que uno, de los más grandes de edad, se levanta y dice, nosotros pensamos, nosotros decimos, nosotros hacemos. El nosotros es el principio organizador socio-político de la cultura tojolabal. Las personas, que son elegidos como representantes, autoridades, obedecen lo que se ha establecido en la asamblea y ellos son los que comienzan la labor, quienes ponen en práctica el acuerdo establecido. Es decir, el nosotros es la autoridad por excelencia.
            El trabajo económico, es el trabajo con y para la Madre Tierra. Se trabaja la tierra porque es la que brinda lo esencial para la reproducción de la vida de la comunidad. Por esa misma razón, el trabajo que se hace en la tierra no sólo es para la misma comunidad, también lo es para la tierra. Al momento de la siembra, no es una siembra de puro maíz, sino que se siembra frijol, calabaza.  Se hace con el fin de que la tierra misma se renueve, tenga una mayor diversidad de nutrientes y no sólo de uno. La comunidad escucha la tierra, y por eso la respeta, los ríos los mantienen limpios, sólo cazan para comer. Se trabaja con y para la madre tierra porque de ahí son. Así es como se pasa de la intersubjetividad al nosotros cósmico.
La milpa, el árbol, el río, las personas, todos son sujetos porque dependemos para nuestra propia reproducción. Pero no sólo la madre tierra es sujeto, sino que la mesa, la silla, etc., lo son. La silla es un sujeto en el sentido en que pasa a ser parte de la extensión de mi corporalidad, es un complemento de mí estar y deja de ser un objeto que tiene un valor de uso. Además, es sujeto en el sentido que proviene de la madre tierra. Para ellos todo vive y en consecuencia todos son sujetos que siempre están en relación, pero ya no es sólo la intersubjetividad, ahora es un nosotros cósmico. Primero es la relación entre personas (intersubjetividad), y posteriormente la relación de las personas con la Madre Tierra.
            Así para los mayas tojolabales:
Nuestra Madre Tierra, representa una realidad fundamental para los tojolabales. Por eso respetarla no se refiere sólo a ella, sino a todos sus hijos, es decir, la milpa, las plantas, toda la naturaleza, y todo lo que hemos hecho porque lo producimos con lo que Nuestra Madre Tierra nos proporciona. Este respeto implica el reconocimiento de todo lo que nos encuentra y encontramos en nuestra vida. Este respeto es uno de los principios organizativos que nos guían y según el cual vivimos desde la perspectiva tojolabal. Dicho de otro modo, el respeto exigido se explica porque estamos eslabonados con todo lo demás por el nosotros cósmico. (Lenkersdorf, 2004, 128)

Para las comunidades originarias, la Madre Tierra no es propiedad de alguien, y mucho menos un producto de compra venta, tal como se ve en la cultura moderna. Venimos de la Madre Tierra y ella nos da de comer, nos proporciona lo fundamental para satisfacer nuestras necesidades, por tanto, ellos cuidan lo que les da la vida, y no sólo eso, además se reconocen como parte de un todo y no se sienten el centro del todo. Las comunidades originarias rompen con el antropocentrismo a través del biocentrismo. Esa es la misma razón, que aquí trabajar es un incorporarse a la armonía de la totalidad existente, es situarse en un nosotros cósmico.
De manera muy breve, hemos visto cómo en una de muchas culturas originarias siempre hay una relación intersubjetiva y nosótrica. Es otra forma de vida distinta de la cultura moderna.

CONCLUSIÓN
Ya que estamos al borde de una guerra nuclear, hoy más que nunca, es menester voltear a ver a las culturas originarias. La importancia de hablar de una cultura originaria que existe en este siglo XXI, es porque estamos en crisis, porque la vida de la cultura moderna tiene una tendencia suicida. Es el mercado capitalista, que impone las leyes del mismo y así compra la política neoliberal para asegurar la reproducción del mercado, y esto nos ha conducido a desastres naturales, a manifestaciones sociales, a guerras.
Pretender otro Mundo, un Mundo distinto del cual vivimos los que nos desenvolvemos en la cultura moderna, un Mundo donde quepan muchos mundos, escuchar a otras culturas, hay que voltear a mirar a esas culturas, porque ahora son una de las brújulas que nos pueden ayudar a guiar a este tren moderno que se dirige al precipicio.
Quizá no veamos una transformación, pero en nosotros está el comenzar.

 Luis Salas González
  

Bibliografía:
Bautista, Juan José. 2017. HACIA LA RECONSTITUCIÓN DE “EL SER HUMANO COMO SUJETO”. https://drive.google.com/file/d/0B42PLxGL3JfKQ3JEZnRJYUIyX3gyUFpheXVWNHgxYS1hRm84/view
Hinkelammert, Franz. 1995. Cultura de la esperanza y sociedad sin exclusión. Editorial DEI. San José Costa Rica.  
Lenkersdorf, Carlos.1996. Los hombres verdaderos. Voces y testimonios tojolabales. Siglo XX. México.
________________. 2008. Aprender a escuchar. Plaza y Valdés. México.
________________. 2004. CONCEPTOS TOJOLABALES DE FILOSOFÍA Y DE ALTERMUNDO. Plaza y Valdés. México.


[1] Cf, Hinkelammert, 1995, 31 “El 28. V. 1991 la OTAN decidió constituir una fábrica de muerte propia: un poder militar móvil para “reacciones rápidas” compuesto de cuatro divisiones. Los militares se encuentran tan entusiasmados con la “productividad” y la “eficiencia” de tales fábricas de muerte, que todos quieren tener ahora una propia. La fábrica de muerte de la OTAN está destinada a los países de Europa Oriental y Medio Oriente. La OTAN sostiene que se trata de acciones de “solidaridad”   



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